La diabetes es una enfermedad que se presenta cuando el nivel de glucosa en la sangre, también conocido como azúcar en la sangre, es demasiado alto.
La glucosa en la sangre es la principal fuente de energía y proviene de los alimentos.
La insulina, una hormona que produce el páncreas, ayuda a que la glucosa de los alimentos ingrese en las células para usarse como energía. Algunas veces, el cuerpo no produce suficiente o no produce nada de insulina o no la usa adecuadamente y la glucosa se queda en la sangre y no llega a las células.
“Una vez que la enfermedad avanza, las pastillas no son suficientes para manejar la enfermedad y por lo tanto, tenemos que recurrir a inyectar, directamente, insulina que es esta hormona para nivelar la glicemia en la sangre”, puntualizó Diego Martínez, interno de medicina en el Centro de Salud Familiar Dr. Carlos Avendaño.
Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas de salud y aunque la diabetes no tiene cura, quien la padece puede tomar medidas para controlar su enfermedad y mantenerse sana.